domingo, 18 de mayo de 2014

Oración para el trabajo en equipo



¡Oh Señor! tú nos conoces con profundidad,
hasta nuestros cabellos los tienes contados,
sabes nuestras fortalezas y debilidades,
ayúdanos a trabajar con laboriosidad en equipo,
aportando el crecimiento espiritual y material;
ayúdanos a integrarnos como engranajes perfectos,
incentivando el compañerismo con trabajo y amistad,
generando satisfacción y entusiasmo en la labor grupal.

¡Amado Cristo! otórganos las competencias adecuadas;
para cumplir en equipo el trabajo encargado con perfección,
compartiendo el beneficio de virtudes y valores de unidad,
logrando un ambiente de armonía, crítica constructiva, encuentro,
cohesión y fuerza de grupo; que a través de nuestra Madre, la Virgen María,
sea nuestro modelo de humildad, para conducir el trabajo en equipo con amor;
haciéndonos más sociables, sencillos de corazón, respetando al prójimo
y apoyando a nuestros(as) compañeros(as) para mayor gloria de Dios.

Amen.

Elaborado el lunes, 6 de mayo de 2013

Para vivir nuestro tiempo



¡Oh Dios mío y Señor mío!
ayúdame administrar el tiempo que me regalas,
ayúdame a sacar frutos del tiempo que me otorgas,
ayúdame a ofrecerte mi tiempo en todo momento;
ayúdame a comprender mi tiempo pasado,
ayúdame a vivir sin agobios mi tiempo presente,
ayúdame a planificar mi tiempo futuro;
ayúdame a eliminar los pensamientos negativos en mi mente,
ayúdame a estar preparado(a) en el servicio al prójimo,
ayúdame a estar atento(a) a tu voz en mi diario vivir;
Que yo quiera lo que Tú haces y yo haga lo que Tú quieres,
ofreciéndote un corazón sincero, manso y humilde;
para que Tú, amado Cristo, ocupes mi tiempo siempre
y cuando llegue el final de mis días,
tenga la gracia de ser llevado(a) por ti
a la patria celestial para que con los santos y ángeles,
te alabe y bendiga por toda la eternidad.

Amén.

Elaborado el domingo, 29 de enero de 2012

miércoles, 14 de mayo de 2014

Alma Mía



Alma mía, por donde andas?
es que andas como perdida
en medio de la oscuridad fría?
De quien te escondes Alma mía,
es que acaso haz perdido
la lámpara que alumbra
el sendero estrecho y frío.

Alma mía, ten en cuenta
que el corazón tibio y frío
no le agrada al amado mío,
solo sacrificio y trabajo duro
en el amor por el amado pío
descansa el corazón mío.

Alma mía, espera en el cuarto
oscuro y frío al amado mío,
para que cuando me lleve
a su reino uno y trino alabe
con el alma mía diciendo:
Jesús, en ti confío!

Amén.

Elaborado el domingo, 29 de enero de 2012

Rayo de Luz


¡Oh Rayo de Luz!, que penetras el alma mía.
¡Oh Rayo de Luz!, que iluminas mi entendimiento.
¡Oh Rayo de Luz!, que abrazas todo mi ser.
¡Oh Rayo de Luz!, que otorgas varios dones.
¡Oh Rayo de Luz!, que te espantas cuando encuentras incredulidad.
¡Oh Rayo de Luz!, que el verbo se hizo carne.
¡Oh Rayo de Luz!, que naces del amor del Padre y del Hijo.
¡Oh Rayo de Luz!, que descansas en los brazos de María Santísima.
¡Oh Rayo de Luz!, que nos conduces a la Patria Celestial.
No permitas que nos alejemos de ti y que con toda la humanidad cantemos:
¿Quién eres tu luz que nos inunda y la oscuridad de nuestra alma alumbra?

Amen.

(Oración al Espíritu Santo)

Elaborado el sábado, 3 de diciembre de 2011

jueves, 8 de mayo de 2014

Orar con la Hermana Soledad




Hermana Soledad, eres un evento de la vida cotidiana y a veces es un misterio tu existencia, nos acompañas en todo momento, pero sólo nos damos cuenta de tu presencia cuando estamos sólos o cuando llega el atardecer de nuestra vida.

Hermana Soledad, qué silencio tan grande cuando me rodeas; qué pesada te vuelves en los momentos solitarios, tristes y difíciles de nuestro existir. Pero hieres mucho más nuestros corazones, cuando nuestro cuerpo envejece lentamente y va terminando nuestra existencia en este valle de incomprensiones.

Hermana Soledad, me conforta que tú serás la única que no me abandonará, siempre estarás presente en mi vida. Ayúdame a vivir contigo, ayúdame a ser tu amigo(a), quiero que me acompañes en los últimos días de mi vida y me platiques como acompañaste a Nuestro Señor Jesucristo en los últimos días de su Santísima Pasión.

Hermana Soledad, en este silencio de mi alma, inspírame buenos pensamientos, abrázame como si fuese tu mejor amigo(a) y cuando llegue el momento final de mi vida, ayúdame a entregarme como si fuera un cordero tierno, dócil y paciente a la Hermana Muerte; para que ella me lleve sin sobresaltos ni angustias al Amor de los Amores, al Sabedor de Dolores, al que todo lo ve y todo lo sabe; para que finalmente descanse en paz, en los brazos de Nuestro Amado Señor Jesucristo por toda la eternidad.

Amén.

Elaborado el sábado, 3 de diciembre de 2011