jueves, 10 de julio de 2014

Por intercesión de San Pío de Pietrelcina “Padre Pío”


¡Oh Padre Pío! confesor del alma atribulada;
lector incansable de nuestra conciencia,
heredero de los santos estigmas de Cristo,
terquedad obediente de la voluntad de Dios,
penitente del dolor en el silencio de la celda,
sufres con nuestro Señor por nuestros pecados.

San Pío, como tú dijiste: “Reza, ten fe y no te preocupes”
intercede por nosotros ante nuestro amado Dios:
para que obtengamos la gracia de amarlo siempre,
para que corrija con amor nuestras dobleces,
para que nunca caigamos en el abismo de la perdición.

Oh poderoso intercesor de las almas que recurrimos a vos,
celador por excelencia de los mandamientos de Dios,
inspíranos el deseo ferviente de nuestra salvación,
para que como el hijo pródigo vuelva arrepentido al Padre,
sea recibido por Jesucristo con un fraternal abrazo 
y rodeado del Espíritu Santo por toda la eternidad.

Amén.

Elaborado el viernes, 21 de septiembre de 2012

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